vinedos hasta llegar a la lobera, un sitio donde una asociacion ha montado un criadero de mariscos y donde se pùeden ver lobos marinos y unos acantilados impresionantes, aqui convivimos unos dias con Jaime y el negro (su perro), el casero de aqui que nos invitaba todas las noches a cenar en su comedor, que por cierto tenia unas vistas impresionantes.
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